Corría el año 2015, septiembre, y esta humilde servidora (muy boluda por cierto) hizo mas de mil kilómetros para ver a una banda a la cual ama... Eran 24 en una trafic, pagamos viaje y entrada. Llegamos en ese entonces al estadio Geba, y nos cayó un balde de agua helada. No había entradas... Le pasaron coima a un porteño de seguridad para entrar, y el tipo se fue a comprar cigarillos (si, así como el papá de Nelson) y jamás lo volvió.

Dos cosas aprendí ese día. No viajar sin entrada nunca! Y otra fue,  que iba a tener revancha.

Y si, hoy 3 de mayo, casi diez años después, se fue la mufa.

En el fabuloso estadio de Velez Sarfield, se presentó System Of a Down, la banda liderada por el  armenio Serj Tankian, que estuvo sin actividad por muchos años, pero dispuestos a salir nuevamente de gira.

Los conciertos, en Colombia, Perú y Chile, fueron una locura, y Argentina, no se iba a quedar atras.

La previa estuvo a cargo de Ego K-ll Talent, banda brasilera, complicada de definir su estilo, podría encajar dentro del punk californiano, muy buenos realmente, grata sorpresa.

Y a las nueve en punto, se bajaron las luces.... Empezó el delirio.

Con un show de dos horas, en donde sonaron temas como Forest, Deer Dance, Phsyco, Prisong Song, Violent Pornography, Cigaro, BYOB ( una de las mas festejadas) junto con el clásico Chop Suey! Tema con el que se dio a conocer SOAD por estos pagos, allá por los 2000, Toxicity (complicado bancarse ese pogo de la gente), no podía faltar Lonely Day, interpretada por Darion Malakian, una canción que pega al corazón  y un cierre brillante y violento, con Sugar.

El sonido fue impecable, la banda interactuó poco con la gente, Darion, el guitarrista insinuó que en el show anterior en el país la gente estaba mas loca, y eso bastó para que el argentino presente en el recital, diera mas y mas. Y la joyita, Shavo, el bajista, con un tremendo poncho celeste y blanco... Como no quererlos!

Ojalá los tengamos pronto de vuelta, no pase tanto tiempo, por que nos salen canas, nos duelen las rodillas, y queremos volver a vivir esa linda locura.

Redacción y foto: Noelia Panella.